El “Duro”, un referente en el Aconcagua
Horacio “Duro” Freschi es piloto del helicóptero de rescate de la empresa Helicopters.ar, que presta servicios durante la temporada de Aconcagua con el apoyo de Ansilta. Una charla franca y distendida con uno de los personajes más emblemáticos y queridos del Parque Provincial.
CUMBRES: ¿Cómo y cuándo decidiste que querías ser piloto de helicópteros de rescate y búsqueda en la montaña?
Horacio Freschi: Cuando me incorporé a Gendarmería. Después de egresar de la Escuela de Oficiales en diciembre de 1991, fui destinado al escuadrón 16 de Clorinda. En 1992 ocurrieron allí las más grandes inundaciones registradas. El avión de la institución no podía aterrizar porque la pista estaba anegada. Sí lo pudo hacer un helicóptero de la fuerza. Ahí fue cuando vi la versatilidad de la máquina, la entendí como herramienta y me pareció que era muy útil para la institución.
Siempre, de chico, quise ser piloto en el ambiente militar, uniformado. Ahí decidí que, en el caso de tener la posibilidad de volar, optaría por el curso de piloto de helicóptero.
La decisión de pilotear en rescates de montaña empezó en el año 1995 cuando una vez egresado de la Escuela de Aviación del Ejército volví a Gendarmería y me presentaron al “Mostro” Luis Basualdo. Él fue mi mentor en el vuelo en montaña y en rescates.
C: ¿Cómo es una jornada normal de tu trabajo durante la temporada de Aconcagua?
H. F.: Levantarse 5 de la mañana, tal vez antes porque cunado estoy en la base me hago cargo de la logística del desayuno. Se levanta el resto de la tripulación, toman el desayuno, ellos se van a preparar el helicóptero mientras, tanto el mecánico como el asistente de operaciones, y yo me quedo acomodando las cosas y me cambio para ir a volar. Se hace un briefing antes de despegar para coordinar las actividades del día, para ver si no hay ningún cambio del briefing que se hizo a la noche pensando en el día siguiente. Y se hacen los vuelos que hagan falta, evacuaciones, carga externa, lo que sea. Empezamos por los campamentos más altos, Nido de Cóndores, Plaza de Mulas, Plaza Argentina, siempre dependiendo de las condiciones. Cuando se concluye, se queda en stand by por cualquier emergencia.
C.: ¿Cómo es un operativo de rescate y el trabajo coordinado con otras áreas del Parque Provincial?
H F: Puede empezar de diversas maneras. Por ejemplo, que la emergencia la declare algún guía o una persona particular al Servicio Médico o a la Patrulla o a Guardaparques. Una vez declarada la emergencia, Guardaparques tiene que tomar el control de la organización como autoridad de aplicación que son. Y utiliza su pata técnica, la Patrulla de Rescate, que son los especialistas del rescate propiamente dicho. Más allá de que hay guías que tienen una gran aptitud y entrenamiento para hacer esto. Pero la Patrulla tiene a su cargo la cuestión judicial para poder hacer el operativo. Se coordina con el médico, hace los requerimientos si no está cerca de lo que necesita para poder evaluar a la persona, aunque sea de forma remota (hoy está de moda la tele consulta médica). Y ahí, conforme a lo que pida el médico, lo que asesore la Patrulla, el que está a cargo del Parque dispone el despacho del helicóptero o no. Una vez que se despacha, se conforma el lugar donde se encuentra y el tipo de operación que hay que realizar. La evacuación sanitaria común y corriente consiste en trasladar al paciente del lugar donde se encuentra al primer lugar donde lo pueda trasladar un medio idóneo -nosotros no somos ambulancia-. O si hay que hacer un rescate técnico con operación con el helicóptero no aterrizado, o incluso con eslinga.
C: ¿Cuál es el rescate que más te impactó y más recordás?
H. F.: El rescate de la Pared Sur. Pero hay muchas situaciones que me impactaron. Por ejemplo, el caso de los italianos con Federico Campanini o cuando Marianito Galván tuvo el problema en la pared Oeste, en la Tapita de Felipe. Pero de lo que puede mostrarse para la gente que no entiende mucho, y para los que entienden mucho también, el de la pared Sur fue muy notorio y emblemático para nosotros.
C.: ¿Sentís reconocimiento por la tarea de protección y seguridad que brindás? ¿Te lo hace sentir la gente? Quienes rescatas, sus familiares, tus compañeros en la montaña, la prensa…
H F: Siempre hay que entender que esto es un equipo, uno no hace nada solo. Hoy la entrevista es a uno, pero Horacio forma parte de un equipo y no podría hacer lo que hace si no está el resto del equipo. Cada uno es importante en lo que hace. Viendo el vaso medio lleno, somos reconocidos por la actividad que realizamos y la gente nos lo hace sentir. Por supuesto que siempre hay algún detractor, pero hay que tratar de ser positivo y ver el vaso medio lleno y no medio vacío. Especialmente las críticas vienen de la gente que no hace, o que no conoce el trabajo en profundidad y opina sin saber.
Pero, por otro lado, desde este año recibimos el apoyo de Ansilta. Y eso es un reconocimiento al esfuerzo y al laburo enorme que hacemos. Ansilta es un referente en esta industria y que nos acompañe a nosotros que estamos en la montaña, es un privilegio.
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